sábado, 23 de febrero de 2008

Elecciones 2008

Por si alguien no se ha enterado, el otro día comenzó oficialmente la campaña electoral con la tradicional pegada de carteles. Ahora como la modernidad lo requiere, no se pegan carteles. Se hace de manera virtual. Se aprieta un botoncillo y aparece la imagen en una gran pantalla.
Con la campaña comienzan también los “grandes debates televisados”. Hay que ver la que están montando. Llevan más de dos semanas para preparar el escenario y por lo visto todo está estudiado con exactitud: que si el moderador tiene que ser alguien totalmente neutral y libre de toda sospecha partidista; que si la temperatura del estudio de veintiún grados, ni frío ni calor; que si cronometradores profesionales sacados del baloncesto; que si la suficiente iluminación para los dos participantes, etc. ¿De verdad es obligatorio que aguantemos tanta parafernalia para que dos personas se reúnan, expliquen sus puntos de vista, expongan sus propuestas y defiendan sus argumentos frente a los del otro?

Según dicen, estos debates pueden decidir que las elecciones las gane uno u otro. Que esto sea verdad no sé, si me asusta, me da pena o ambas cosas. Creo que ambas cosas. Con todo este rollo poco a poco se va olvidando el verdadero significado de la democracia y parece que para mucha gente la democracia se reduce únicamente a ir a votar cuando toca. Los partidos políticos nos reclaman a todos para que participemos de la gran fiesta de la democracia y no me parece del todo mal, el problema está en que sobre todo, los llamados grandes partidos, ponen mucho énfasis en este tipo de participación y se olvidan de promover lo que sería una verdadera participación democrática, es decir que el pueblo sea partícipe de su propio gobierno. Cada vez nos alejamos más de ese tipo de participación, si es que se puede decir que alguna vez estuvimos cerca, y se busca mantener a la gente al margen de la verdadera democracia. Al final quedan unos cuantos ignorantes convencidos o interesados con voto fijo, una gran parte que opta por la resignación votando al que creen menos malo y otra gran parte que se abstiene, vota en blanco o directamente pasa de ir.Parece que la ciudadanía nos hemos convertido en meros clientes, que compramos o no las ofertas que nos venden.

Si os fijáis, en cuanto a la elección del producto, es muy parecido a ir de compras, tenemos dos grandes productos que dominan el mercado, están en todos los sitios y son los que más se venden, son el producto PP y el producto PSOE. Frente estos e intentando hacerse un hueco está el producto IU, que poco a poco ha ido perdiendo cuota de mercado y los productos nacionalistas que prevalecen en determinados territorios. Afinando más el símil el PP podría ser la Pepsi- cola, el PSOE la Coca-cola, IU Casera cola, y los nacionalistas el refresco típico de un determinado territorio. La pepsi y la coca-cola son muy parecidas, en esencia el sabor es casi el mismo y para muchos resulta muy difícil diferenciarlas si le quitas el envoltorio. La casera cola es otra cosa, tiene menos fuerza y un sabor muy característico que, para bien o para mal, se distingue claramente. De los refrescos típicos de cada territorio no puedo hablar porque no los conozco lo suficiente.

Se que esto es un poco demagógico, pero es así, o por lo memos parece que quieran que sea así. El bipartidismo hace que la mayoría de la gente sienta que elige al que considera menos malo. Además tenemos que aguantar la llamada al voto útil, como si un voto pudiera ser inútil. Voto útil, ¿para que? O mejor dicho ¿para quién?

En cualquier caso aquí están las elecciones y tenemos que ir a votar, yo voy con mi voto útil. Tengo miedo a una victoria de la derecha (peligro de involución), me gusta más la coca cola, aunque mi preferida es la casera cola y la voy a comprar. Sólo espero que sean capaces de frenar el creciente descontento, la desconfianza y el desinterés popular ante la política. Es peligroso que la gente vea la política como espectadora, como una actividad que les resulta tan ajena. Mi nariz de duende se huele que esto no es casualidad y si la gente es así y los gobiernos lo consienten es por algo. problamente porque les conviene.

domingo, 17 de febrero de 2008

Corren tiempos difíciles para el duende garrapata



Comienza a clarear
justo cuando parece que empezaba
a descuajeringarme.
Solo queda un pequeño escollo y esparar frutos acordes
con el esfuezo empleado.
Poco a poco saldo mi deuda con la cama.
Intento pagar de más

por si en el futuro tengo que dejar fiao.
El sueño,
mero estado de reposo uniforme,

no me permite ver otra irrealidad.
Decido seguir navegando
la realidad que me toca.
Despierto,

busco un sueño con ilusión.
Un sueño
que no he soñado.







EDUCAR



Educar es lo mismo

que poner un motor a una barca

Hay que medir, pesar, equilibrar

y poner todo en marcha.

Pero para eso

uno tiene que llevar en el alma

un poco de marino

un poco de pirata

un poco de poeta

y un kilo y medio de paciencia concentrada

Pero es consolador soñar

mientras uno trabaja

que ese barco, ese niño/a

irá muy lejos por el agua.

Soñar que ese navío

llevará nuestra carga de palabras

hacia puertos distantes, hacia islas lejanas

soñar, que cuando un día

está durmiendo nuestra propia barca,

en barcos nuevos, seguirá la nuestra bandera

enarbolada.


Gagriel Celaya