Comienza a clarear
justo cuando parece que empezaba
a descuajeringarme.
Solo queda un pequeño escollo y esparar frutos acordes
con el esfuezo empleado.
Poco a poco saldo mi deuda con la cama.
Intento pagar de más
por si en el futuro tengo que dejar fiao.
El sueño,
mero estado de reposo uniforme,
no me permite ver otra irrealidad.
Decido seguir navegando
la realidad que me toca.
Despierto,
busco un sueño con ilusión.
Un sueño
que no he soñado.
EDUCAR
Educar es lo mismo
que poner un motor a una barca
Hay que medir, pesar, equilibrar
y poner todo en marcha.
Pero para eso
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino
un poco de pirata
un poco de poeta
y un kilo y medio de paciencia concentrada
Pero es consolador soñar
mientras uno trabaja
que ese barco, ese niño/a
irá muy lejos por el agua.
Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes, hacia islas lejanas
soñar, que cuando un día
está durmiendo nuestra propia barca,
en barcos nuevos, seguirá la nuestra bandera
enarbolada.
Gagriel Celaya
1 comentario:
Muchas gracias, duendecillo.
El esfuerzo dará sus frutos... a corto o largo plazo... pero dará sus frutos...
Un beso lunático!
Publicar un comentario