domingo, 17 de febrero de 2008

Corren tiempos difíciles para el duende garrapata



Comienza a clarear
justo cuando parece que empezaba
a descuajeringarme.
Solo queda un pequeño escollo y esparar frutos acordes
con el esfuezo empleado.
Poco a poco saldo mi deuda con la cama.
Intento pagar de más

por si en el futuro tengo que dejar fiao.
El sueño,
mero estado de reposo uniforme,

no me permite ver otra irrealidad.
Decido seguir navegando
la realidad que me toca.
Despierto,

busco un sueño con ilusión.
Un sueño
que no he soñado.







EDUCAR



Educar es lo mismo

que poner un motor a una barca

Hay que medir, pesar, equilibrar

y poner todo en marcha.

Pero para eso

uno tiene que llevar en el alma

un poco de marino

un poco de pirata

un poco de poeta

y un kilo y medio de paciencia concentrada

Pero es consolador soñar

mientras uno trabaja

que ese barco, ese niño/a

irá muy lejos por el agua.

Soñar que ese navío

llevará nuestra carga de palabras

hacia puertos distantes, hacia islas lejanas

soñar, que cuando un día

está durmiendo nuestra propia barca,

en barcos nuevos, seguirá la nuestra bandera

enarbolada.


Gagriel Celaya

1 comentario:

Andrea dijo...

Muchas gracias, duendecillo.
El esfuerzo dará sus frutos... a corto o largo plazo... pero dará sus frutos...
Un beso lunático!