martes, 6 de mayo de 2008
La revisión de los treinta mil.
Llegó la revisión de los treinta mil, casi sin avisar, sigilosa, rauda, veloz, imparable, ineludible, inexorable. En esta ocasión el manual del duende recomienda echar el freno. Chequear la máquina y analizar su estado actual. Mirar atrás y recorrer todo lo andado. Básicamente se trata de ver donde estoy, como estoy, y de que forma he llegado a este lugar. Los más rebuscadillos os preguntareis porqué el manual del duende no dice nada sobre el futuro. Yo no lo sé, algunos duendes dicen que es porque el futuro no existe, que solo existe el presente. Otros piensan que el destino está escrito y por tanto el futuro también. Y hasta he llegado a escuchar que somos un futuro, que en el pasado quería ser un presente. O que lo importante es el presente, que se explica en un pasado, y se proyecta en un futuro, complicado ¿no? A mi me parece que el futuro es importante, pero lo justo, y creo que el manual no lo menciona porque el que lo escribió sabía que pende de un hilo. En cuanto a la revisión en sí, pienso que la paso sin grandes apuros. Los informes de los druidas son favorables. En el casco de la nave se pueden ver las cicatrices, la mayoría de ellas cerradas casi por completo. Tienen más complicación las del interior, porque aunque parecen curadas se abren con mucha más facilidad, seguramente porque son zonas más propensas a ser golpeadas. Aun así, la evaluación es positiva y aunque las penas hacen fuerza, la balanza se inclina a favor de las alegrías. En el saco de los recuerdos los acontecimientos se suceden y amontonan. Todavía no me cuesta ordenarlos, cuando lo hago casi comienzo a entender lo que en realidad son los treinta mil. La vida, a veces para bien y a veces para mal, no ha dejado de sorprenderme, creo que por eso me gusta aunque de vez en cuando se presente con su cara más fea. Desde que aprendí a aprender no he dejado de intentarlo, pues las asignaturas pendientes son demasiadas para el tiempo del que disponemos. Y es que el tiempo pasa de calladito, sin hacer ruidos, para que no nos enteremos. Yo me doy por enterado e intento aprovecharlo de la forma que creo conveniente, no quiero que se me escape. Me gusta pensar que me queda más tiempo del consumido y confío en poder pasar muchas más revisiones.
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1 comentario:
Pues nada, que a ver si sacas un ratillo y escribes un algo, no sé... lo que sea... Siempre consigues sorprenderme...
Besos lunáticos!
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