En este 2007 que llega a su fin, hemos perdido 71 mujeres por causa de la violencia de género, además, no podemos olvidar que hay otras muchas, que siguen vivas, pero viven un infierno. Esta cifra escalofriante sólo habla de muertes en Enspaña, en el resto del planeta, mejor no saberlo…
Todos, aunque no lo creamos, tenemos un puntito machista, incluso las mujeres, la sociedad que nos envuelve y atrapa es muy machista, y nos guste o no, algo se pega. Es necesario que realicemos una exploración inquisidora de nuestro interior. Confundimos el amor con otras cosas que no lo son, y todos somos un poco responsables de lo que está pasando, por eso, deberíamos hacer una profunda reflexión acerca del AMOR, de cómo debe darse en las relaciones afectivas, y de cómo puede degenerar en situaciones de violencia y muerte.
Un texto que ha llegado a mis manos últimamente, de un libro de Jose Luis Gonzalez de Rivera, “el maltrato psicológico”, contiene una definición de amor que me ha encantado, dice así:“el amor es la experiencia de estar con una persona que, si supiera todo de ti, te seguiría queriendo”. Me gusta la definición y conecta muy bien con el sentimiento garrapatero del que intentaré escribir más adelante, pero parece más una definición del AMOR universal, que el que se da en la relación de pareja.
El concepto de AMOR lo asociamos habitualmente con el amor romántico, con la relación pasional que se da entre dos personas que se influencian mutuamente en sus relaciones interpersonales y sexuales. Pero el término amor se utiliza también para definir muchas otras relaciones que mantenemos con nuestro medio. Un auténtico duende garrapata siente amor de muchas maneras y hacia seres muy distintos, pero fundamentalmente ama el amor.
El concepto de AMOR lo asociamos habitualmente con el amor romántico, con la relación pasional que se da entre dos personas que se influencian mutuamente en sus relaciones interpersonales y sexuales. Pero el término amor se utiliza también para definir muchas otras relaciones que mantenemos con nuestro medio. Un auténtico duende garrapata siente amor de muchas maneras y hacia seres muy distintos, pero fundamentalmente ama el amor.
Con el concepto de AMOR me pasa algo parecido a lo que me ocurre con el de LIBERTAD, existen muchas definiciones y todas muestran perspectivas diferentes. No sé si esta confusión tendrá que ver con mi condición de duende garrapata. Lo que me queda claro es que el AMOR es algo que el ser humano siente, un sentimiento real, que en muchos casos las personas no sabe explicar, pues se producen una mezcla de sentimientos y emociones que impiden definir con claridad el concepto de amor, así podemos encontrar frases como "El amor es un no sé qué, que viene de no sé donde y termina no sé como", aunque para las garrapatas nos gusta más una definición de Enrique Cueto que dice “El amor no existe, sino el gerundio estar amando”, y claro en ese estar amando, cada uno ama a su manera, lo que no quiere decir aque lo hagamos bien.
En cualquiera de los casos las personas enamoradas experimentan , muchas vivencias que en algunos casos si no se controlan de la manera adecuada pueden dar lugar a que surjan problemas capaces de generar situaciones de violencia. Son vivencias como la obsesión por el ser amado; la incertidumbre que crea dudas acerca de la intensidad y la continuidad de los sentimientos del otro hacia uno mismo y de su fidelidad; y un sentimiento de indefensión ante la falta de control sobre una experiencia tan confusa y avasalladora.
En cualquiera de los casos las personas enamoradas experimentan , muchas vivencias que en algunos casos si no se controlan de la manera adecuada pueden dar lugar a que surjan problemas capaces de generar situaciones de violencia. Son vivencias como la obsesión por el ser amado; la incertidumbre que crea dudas acerca de la intensidad y la continuidad de los sentimientos del otro hacia uno mismo y de su fidelidad; y un sentimiento de indefensión ante la falta de control sobre una experiencia tan confusa y avasalladora.

Para controlar estas sensaciones y huir del peligro de caer en la violencia ya sea esta física o psicológica, es preciso que pensemos un poquito sobre las dinámicas interpersonales que se dan en la relación de pareja. El mismo libro de donde saqué la definición habla de tres dinámicas interpersonales que se dan en las relaciones afectivas: el amor, el poder y la generatividad. Voy a intentar resumirlas:
El amor produce atracción y unión, contribuye al entendimiento, a la empatía, a la cooperación, y facilita la receptividad hacia los demás.
El poder es organizador, es el encargado de definir límites y maximizar la actividad personal en detrimento de la ajena.
La generatividad es creadora, estimulante del desarrollo de potencialidades, amplificadora de la existencia, transformadora de lo dado y tiene que ver con los proyectos comunes que se generan en la pareja.
El poder es organizador, es el encargado de definir límites y maximizar la actividad personal en detrimento de la ajena.
La generatividad es creadora, estimulante del desarrollo de potencialidades, amplificadora de la existencia, transformadora de lo dado y tiene que ver con los proyectos comunes que se generan en la pareja.
Dentro de la dinámica del amor me gustaría incluir La pasión, que tiene que ver con la atracción sexual y el deseo hacia la persona, es un estado de intenso deseo de unión con el otro, por desgracia en la mayoría de las parejas la pasión no dura siempre, sino que tiene fecha de caducidad, se transforma y deja más espacio a las otras dinámicas. Los duendes no pensamos que esto sea malo, pero sí creemos necesario cultivar la pasión, no sólo en las relaciones de pareja sino en todas las relaciones que tengamos con nuestro medio, hay que ponerle pasión a la vida.
También creo necesario hablar, junto con estas dinámicas de la comunicación, pues es un elemento fundamental en cualquier relación interpersonal, y adquiere vital importancia en las relaciones afectivas pues es la única forma de nutrir una relación. De que la comunicación sea buena o mala dependerá en gran parte la relación, pues no podemos amar aquello que no conocemos.
También creo necesario hablar, junto con estas dinámicas de la comunicación, pues es un elemento fundamental en cualquier relación interpersonal, y adquiere vital importancia en las relaciones afectivas pues es la única forma de nutrir una relación. De que la comunicación sea buena o mala dependerá en gran parte la relación, pues no podemos amar aquello que no conocemos.
Para que la relación de pareja funcione correctamente es necesario una buena comunicación y debe existir un equilibrio entre las diferentes dinámicas. Encontrar ese equilibrio es una tarea difícil y no existe una fórmula matemática que nos diga cual es la proporción correcta que debemos usar de cada dinámica, y, seguramente, en cada relación, la mezcla deba ser distinta. Desde el sentimiento garrapatero podemos hacer una aproximación a lo que creemos que debería ser una distribución correcta. Hay que tener mucho cuidado en la forma en que se distribuyen estas dinámicas, ya que pueden darse situaciones extremas donde una mala distribución pueda poner en peligro la continuidad de la relación afectiva o, peor aún, poner en peligro la propia existencia de la pareja o de las personas que la forman. Los duendes pensamos que la dinámica del amor es la más importante y debe tener un papel fundamental en la relación de pareja, pero debe dejar sitio para la generatividad, la pasión, y el poder.
El amor y la pasión que en un principio parecen inofensivos pueden resultar peligrosos si se llevan a casos extremos, en estos casos , el que ama, desea y anhela el bien y la felicidad del ser amado, lo hace por encima de todas las cosas. El dar sin recibir a cambio, el sacrificar y anteponer las necesidades del ser amado por encima de las de uno mismo sin que uno lo considere como sacrificio sino como oportunidad para prodigar el sentimiento; suele ser considerado una antesala al desequilibrio emocional, pues la persona objeto de nuestra obsesión no tiene porque responder tal como habíamos premeditado su respuesta, incluso puede no agradecer nuestro esfuerzo y exigirnos aun más. Algunos confunden esa polarización extrema con amor "verdadero", y exigen de la otra persona el mismo comportamiento, pudiendo manifestar frustración extrema que da paso a la violencia como salida a dicha frustración.
Por otro lado, la generatividad que se basa en el esfuerzo y pericia por construir y desarrollar un proyecto común puede generar un sentimiento de verdadera plenitud y felicidad al ver conseguido lo que la pareja ha anhelado y trabajado durante tanto tiempo, pero, se puede dar el caso en el que los objetivos del proyecto común no se consigan, no se compartan, o no dejen lugar para los proyectos individuales apareciendo sentimientos de frustración por el fracaso. También se puede dar el caso en que los objetivos en los que se basa el proyecto de pareja sean impuestos por una de las partes lo que estaría relacionado con la distribución del poder, y puede ser considerado una situación de violencia.
Por último, el poder, que es una dinámica muy peligrosa pero que se tiene que dar en la relación de pareja ya que establece el orden en la relación. El poder debe darse en pocas dosis y nunca puede ser la dinámica que predomine en la pareja porque el afán de control y de posesión de la otra persona produciría un desequilibrio muy peligroso. A medida que aumente la importancia del poder, comenzarán las dinámicas de acoso y se producirán situaciones de violencia. En todas las relaciones afectivas se corre el peligro de sentir un ansia de dominio del ser amado, es un amor intrusivo que alberga una semilla de violencia, la cual debemos impedir germinar realizando una correcta distribución de poder dentro de la pareja.
Para un duende garrapata las relaciones afectivas son realmente complejas y en muchos casos define la calidad de nuestro ser y de nuestra vida. Para much@s es el termómetro que marca la felicidad o la infelicidad, por eso es necesario conocer y cuidar las diferentes dinámicas interpersonales que se dan en la pareja. El amor es la dinámica más importante, es la base de la relación; también es importante el proyecto común, siempre que deje sitio a los proyectos individuales; y la forma en que se distribuye el poder, siempre desde el plano de la igualdad y basándose en una correcta y sincera comunicación.
Si conseguimos hacer una correcta distribución de las diferentes dinámicas, evitaremos situaciones de violencia en la pareja, y probablemente la mayor cantidad de alegrías que vivamos en el transcurso de nuestra vida sean alegrías de amor, porque como me dijo hace poco una profa - ES MÁS FELIZ EL QUE MÁS AMA-.
2 comentarios:
lo veo publicado y me parece un poco pelmazo, creo que me pasado un pelín,
Hola somos 2 amigas y nos ha encantado tu forma de expresarte. Estamos convencidas que con personas como tú, conseguiremos romper las barreras, abrir la mente y repartir amor. Gracias duendegarrapata. Besos
Publicar un comentario